¡Cuantísima controversia rodea siempre al tema de los espionajes! Nos abre miles de debates sobre el derecho a la intimidad, la vida personal… Mirad sino la que se está liando en el circulo político con todo lo del dichoso dispositivo SITEL… Para los que no lo sepáis, SITEL es un sistema de interceptación de telecomunicaciones o, lo que es lo mismo, un sistema de escuchas que se supone que actualmente en España para ciertas investigaciones… ¿Quién escucha? ¿A quienes escucha? ¿A dónde va toda esa información? Preguntas hay muchas, pero lo que más se pregunta la gente es “¿Realmente esto se puede hacer? ¿Es legal?”. Ahí está el dilema.
No obstante, no entiendo a qué viene tanto revuelo… Vale, existe un sistema de escuchas telefónicas. Nos parece horrible, lo sé, pero si os soy sincera, personalmente me importa un bledo… En cambio Internet me abruma. A ver, a mi saber, las escuchas telefónicas se están utilizando para “pillar a los malos”, si por el camino tienen que oír alguna de mis llamadas, lo superaré. Al fin y al cabo, al lado de la vida de un mafioso que esta estafando a toda una ciudad, mi vida les va a parecer de lo más miserable e insípida…De verdad, más que en SITEL, pensad en Internet. Quizás soy una inocente pensando que lo de SITEL me pilla muy lejos, pero ¡es que utilizo tanto Internet!
Por otra parte, todos sabemos que los límites legales en la red son más que fáciles de saltar: hackers, virus, timos, más virus… Y, por supuesto, ¡PROGRMAS ESPÍA! Se meten en tu ordenador mediante un virus y empiezan a recopilar información sobre las actividades que realizas… Sinceramente, a día de hoy… ¿no desveláis muchas más intimidades y cosas confidenciales por Internet que por teléfono? ¡¡Pues eso!! ¿Qué carajo nos ha de preocupar tanto lo de SITEL cuando cada día salen a la red miles de troyanitos espías nuevos? Vale, sé que esto es claramente ilegal. También se que puede ser que ahora haya alguien viendo lo que estoy escribiendo (si es así, sólo te diré una cosa: la que estaba jugando a los mini juegos de la web de Barbie esta mañana no era yo…).
Pero la cosa va más allá… No debemos ser ingenuos ¿no? No debemos fiarnos de nadie ¿no? Pues empezad a mirar de reojo a vuestras parejas y vuestras madres, ya que resulta que perfectamente se pueden comprar programitas espía para controlar a la persona que deseemos. ¿Por qué se puede hacer? La única respuesta que se me ocurre es porque a esto le llaman “Sistema de vigilancia” y no “de espionaje”. Y claro, suena mucho menos horrible. El primero que yo he descubierto lo ha lanzado una empresa estadounidense “Lover Spy” (manda narices el nombre… encima con recochineo… “Te espío porque te quiero”) y no tienen ningún problema para anunciarse como “la manera para atrapar a un amante que engaña”. Lo que nos faltaba por ver… ¡Como si con Facebook los amantes no tuviesen más que suficiente para controlarse los unos a los otros!
Lover Spy funciona enviando una especie de postal electrónica a la persona que deseamos espiar. El “espiado” la abre y sin saberlo esta descargando/ activando el programa en su ordenador. A partir de ahí, se empieza a registrar todo y luego toda esa información se envía automáticamente al “espía”. Por si fuera poco, cada Lover Spy se puede instalar hasta en 5 ordenadores… Más info: http://www.belt.es/noticias/2003/octubre/1/espiar.htm
Según varios expertos en seguridad informática, el servicio se salta la ley estadounidense… ¿¡Acaso alguien lo dudaba o qué!? ¿Alguien, por muy estadounidense que sea, se ha planteado en algún momento que esto pueda ser legal?
Sinceramente, cosas como esta: “Me parecen patéticas, de verad…”